En el vital, pero a menudo poco glamuroso mundo de las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), las bridas metálicas desempeñan un papel crucial para garantizar el procesamiento seguro, eficiente e higiénico de las aguas residuales y los efluentes industriales. A diferencia de las corrientes de proceso limpias, las bridas en las PTAR deben lidiar con entornos altamente corrosivos, sólidos abrasivos y la necesidad de un acceso frecuente para el mantenimiento y la limpieza de la acumulación biológica y química.
El tratamiento de aguas residuales es un proceso de múltiples etapas que involucra tratamientos físicos, químicos y biológicos. Las bridas son integrales en cada etapa:
Cabezales (Tamizado y Eliminación de Arenilla): Las bridas conectan las líneas de entrada de aguas residuales crudas a las pantallas, cámaras de arena y bombas, a menudo lidiando con aguas residuales crudas altamente corrosivas y abrasivas.
Tratamiento Primario (Sedimentación): Se utilizan en tuberías y equipos para tanques de sedimentación, donde se eliminan los sólidos más densos.
Tratamiento Secundario (Tanques de Aireación, Reactores Biológicos): Las bridas conectan los difusores de aireación, los mezcladores y las líneas de recirculación dentro de los grandes tanques de tratamiento biológico. Este entorno puede ser particularmente corrosivo debido a los gases generados (por ejemplo, sulfuro de hidrógeno).
Tratamiento Terciario (Filtración, Desinfección): En sistemas de filtración avanzados, unidades de desinfección UV o sistemas de desinfección química (por ejemplo, cloración), las bridas aseguran conexiones a prueba de fugas para el agua tratada.
Manejo de Lodos: Los sólidos concentrados (lodos) se transportan, deshidratan y, a veces, se digieren. Las bridas se utilizan ampliamente en tuberías de lodos, bombas y equipos de deshidratación, a menudo manejando lodos altamente abrasivos y corrosivos.
Corrosión: Esta es la principal preocupación. Las aguas residuales, especialmente las aguas residuales crudas, son un medio altamente corrosivo.
Sulfuro de Hidrógeno (): Presente en las aguas residuales, es un gas altamente corrosivo que forma ácido sulfúrico cuando se combina con la humedad, degradando rápidamente el acero al carbono sin protección.
Cloruros: Los altos niveles de cloruro (por ejemplo, de descargas industriales o áreas costeras) exacerban la corrosión.
Aditivos Químicos: Varios productos químicos (por ejemplo, coagulantes, desinfectantes) utilizados en el tratamiento pueden ser corrosivos.
Solución: Las bridas de hierro dúctil con revestimientos internos de mortero de cemento o recubrimientos epoxi son muy comunes para tuberías de gran diámetro. Las bridas de acero inoxidable (304/316) se utilizan para diámetros más pequeños, instrumentación y en zonas altamente corrosivas. Los recubrimientos especializados para superficies externas y pernos son críticos.
Abrasión:
Las aguas residuales contienen sólidos en suspensión (arena, materia orgánica) que pueden ser altamente abrasivos, causando desgaste, particularmente en las líneas de lodos o donde el flujo cambia de dirección.
Solución: A menudo se emplean revestimientos resistentes a la abrasión (por ejemplo, revestimientos de goma para interiores de tuberías y bridas) en áreas de alto desgaste.
Incrustación y Obstrucción:
El crecimiento biológico, la grasa y los escombros pueden acumularse dentro de las tuberías y en las interfaces de las bridas, lo que lleva a una reducción del flujo o bloqueos.
Solución: La modularidad de las bridas permite un fácil desmontaje y limpieza manual o chorro de agua a presión para eliminar la acumulación.
Mantenibilidad y Acceso:
Las PTAR requieren inspección y mantenimiento frecuentes. Las bridas proporcionan los puntos de acceso esenciales para el servicio de bombas, válvulas y otros equipos que manejan aguas residuales, minimizando el tiempo de inactividad para estos servicios públicos críticos.
Control de Olores:
Las fugas de aguas residuales crudas o gases olorosos (H2S) son inaceptables debido a problemas de salud pública y molestias. Las bridas deben proporcionar sellos consistentemente herméticos.
Bridas de hierro dúctil: Se utilizan predominantemente para tuberías de mayor diámetro (por ejemplo, DN100 y superiores), a menudo con variedades integrales o atornilladas.
Bridas de acero al carbono (recubiertas/revestidas): Se utilizan en tamaños más pequeños o áreas específicas, siempre con una protección interna y externa robusta contra la corrosión.
Bridas de acero inoxidable: Para conexiones de instrumentos, líneas de dosificación de productos químicos o áreas que exigen una mayor resistencia a la corrosión.
En esencia, las bridas metálicas realizan un trabajo exigente y sucio dentro de las plantas de tratamiento de aguas residuales. Su capacidad para proporcionar conexiones robustas, resistentes a la corrosión y de fácil mantenimiento es fundamental para el funcionamiento seguro y eficiente de estas instalaciones vitales, protegiendo la salud pública y el medio ambiente al gestionar de forma segura nuestros residuos.
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